Que tal raza?, tenía ya un buen rato de dejarlos solos, un buen sin escribir, ya saben lo mismo de siempre las ocupaciones, el trabajo, la vieja… pero bueno no me quejo hay la llevamos…
Déjenme contarles que hace unos días pasaba por aquel famoso crucero de Arteaga y Villagrán en pleno corazón de monterrey y se me vino a la mente alguna anécdota que en alguna ocasión me contaron….si! así como lo ven ..¡me contaron! según el relato que aquella persona contaba y no recuerdo quien fue ….. los hechos verídicos sucedieron así:
Cuenta la leyenda que un día de verano, sol radiante y ambiente caluroso dos amigos uno con nombre Enrique aka “el Kike” y el otro llamado Concepción aka “el chon”, pues andaban en el primer cuadro de la ciudad, en su afán por conocer un poco más de su ciudad y su bello estado visitaban a diestra y siniestra todos y cada uno de los museos y lugares de índole cultural que rondaban por el centro de aquel lugar, ya llevaban un buen tramo recorrido y pasado el día cuando de repente se dieron cuenta que el sol estaba a punto de meterse y que pronto oscurecería. Un poco acalorados y cansados por aquel esfuerzo que realizaron, buscaban sin éxito alguno cualquier lugar donde poder refrescarse y quitarse ese cansancio que sentían… seguían y seguía caminando como cual migrante vagando por el extenso desierto, cientos de lugares que pasaban pero no podían obtener siquiera un vaso con agua para refrescarse y calmar la sed. Cuando de pronto a lo lejos y ya con síntomas de alucinaciones vieron a una chica con un par de ….. si! raro no? Pero ya muy adentro de su alucine podían ver lo que quisieran…al ver aquella damisela aceleraron el paso pero cuál fue su sorpresa que al llegar no había nada se había esfumado se quedaron viendo y agitaron su cabeza tan sincronizados como si se hubieran puesto de acuerdo. Al volver en si voltearon a su derecha y vieron un túnel…tan largo que no se veía el final, en ese momento sentían una curiosidad tan grande que sin pensarlo avanzaron en el túnel…. Solo una luz azul era su compañera no sabían si estaban perdidos, si estaban soñando, ni porque estaban allí, ellos solo avanzaban.
Al final del túnel la misma chica estaba allí pero atrás de ella estaba otra puerta era como una cortina de terciopelo rojo era un pasadizo a otro extraño lugar, ella no hablaba solo con su mano los invitaba. Imaginen ustedes Alicia siguiendo al conejo hasta el tronco del árbol para llegar al país de las maravillas, bueno algo muy similar sucedía cuando ellos atravesaban esa segunda puerta…Jesús, María y José! (perdónenme si al clamarlos caigo en pecado), no era el paraíso terrenal, sino por el contrario… era un congal terrenal!, lo que quedaba de lo que un tiempo fue un Teatro, tal vez el Blanquita… Las mesas solas, un par de hombres al final del lugar, en la pista una chica bailando para cinco ó tal vez seis personas, en el otro lado estaban unas 10 mujeres, todas algo pasaditas de peso, mostrando su mejor cara, pues si se atrevieran a mostrar su mejor lado creo quedarían atrapadas en tiempo y espacio, y por ultimo un DJ ya macizo como de unos 60 años el cual parecía ser el padrote de aquel inmundo lugar. Un mesero se les acercaba y les ofrecía un par de cervezas a punto las cuales tomaron sin siquiera las gracias dar, de un solo sorbo las bebieron….
continuará…..